Durante el pasado año y medio el mundo se ha enfrentado a una pandemia que ha tenido un gran impacto sobre nuestras vidas. Todo aquello que considerábamos normal y que dábamos por hecho nos fue arrebatado. La vida social se interrumpió. La presencialidad en el centro de trabajo dejó de ser lo más lógico y, de hecho, se desincentivó.

Así pues, ¿qué significará todo esto para el futuro del trabajo? ¿Y para las organizaciones y su cultura? ¿Y cuáles serán las consecuencias para el liderazgo?

Alrededor de 50 líderes y expertos sindicales debatieron sobre el futuro del trabajo en un seminario de dos días celebrado en la ciudad de Viena. El seminario fue organizado por la Organización Mundial de Trabajadores (WOW), en cooperación con el Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores (EZA) y con el apoyo de la Comisión Europea. La pregunta clave a debatir fue «¿Cómo será el futuro del trabajo y del centro de trabajo tras el avance de la digitalización y el aumento del trabajo a distancia?».

Durante su intervención, Maria Mexi, especialista en Políticas Sociales y de Empleo, investigadora del Centro sobre Democracia Albert Hirschman y consultora sénior de la OIT (Grecia), afirmó que: «La preocupación sobre el futuro del trabajo no es algo nuevo». Antes de la pandemia ya existían temores sobre el impacto y la desestabilización que podrían suponer la digitalización y los avances digitales en el mercado laboral. Este debate se ha intensificado tras la irrupción de la pandemia. Maria Mexi destacó que «Hoy es evidente que el genio digital no volverá a meterse en la botella, y esto nos obliga a realizar un esfuerzo de planificación para un futuro del trabajo basado en el “digitrabajo digno”, fundamentado en la autoestima y la dignidad, la seguridad y la igualdad de oportunidades, la representación y la voz».

Michael Gogola, experto legal de GPA (Austria), se centró en los desafíos del trabajo a distancia. «Se abren muchas oportunidades, pero también muchos riesgos», declaró. En este sentido, es de vital importancia establecer unos fundamentos legales sólidos. Tiene que quedar muy claro quién es responsable de hacer qué. El marco legal de la «oficina doméstica» debe quedar claramente definido.

Astrid Schöggl, experta en cuestiones digitales de la Cámara Federal de Trabajo (Austria) planteó una mirada a la digitalización desde el prisma de la organización. Por lo que respecta a la digitalización y la organización, esta experta percibe muchas situaciones de conflicto, en particular en el ámbito del control y la supervisión. En el centro de trabajo hay una serie de mecanismos implantados para saber qué hacen los empleados. El trabajo a distancia supone un reto en este sentido, y puede provocar una crisis en la organización. La intervención de SrÄ‘an Senjanin, titulada «Cómo usar la cabeza para crear sindicatos en la era digital», planteó un enfoque muy diferente. Mientras que en el pasado la mayoría de las personas que conocíamos veían y leían más o menos las mismas cosas, hoy en día los adolescentes de la era digital leen libros diferentes, juegan a juegos diferentes, y les gustan películas diferentes. Encontrar una base común para entendernos parece casi imposible. En el caso de los sindicatos:

«Se puede utilizar la tecnología de la era digital, ¡pero esto no significa que tus comunicados estén en sintonía con la era digital!». La comunicación es la clave, pero solo funciona si conoces a tu grupo objetivo, si sabes todo lo necesario sobre tus servicios, y si te comunicas en el mismo lenguaje que utiliza el grupo al que te diriges.

Irina Semjonova, experta del proyecto «Aplicación práctica y mejora de la supervisión de las normativas de protección laboral», Confederación de Organizaciones Sindicales Libres de Letonia – LBAS (Letonia), se centró en analizar el trabajo a distancia desde la perspectiva de los empleados y los empleadores. En su intervención también quedó claro que los empleadores tienen una función muy importante que desempeñar. Mientras que los empleados reconocen una serie de beneficios, los empleadores no están totalmente convencidos de las bondades del trabajo a distancia. Aunque estos también reconocen algunas ventajas, perciben la cuestión de modo diferente por lo que se refiere a la protección laboral y el entorno de trabajo en el hogar como responsabilidad que recae sobre los trabajadores.

Ian DeWaard, director provincial de la CLAC en Ontario, y Annette Taylor, directora de recursos humanos de la CLAC (Canadá) presentaron la ponencia «El auge del trabajo a distancia e independiente, y la respuesta de un sindicato”. La evolución de la situación en Canadá no es muy diferente de la europea, con un acusado aumento del trabajo a distancia en los últimos años (desde el 4% en 2016 hasta el 32% en 2021). Tal y como ya se ha comentado con anterioridad, la línea divisoria entre el ámbito del trabajo y la vida privada es cada vez más permeable, y más de un 80% de los trabajadores han declarado trabajar jornadas laborales más largas. Cada vez son más las personas que se acogen al trabajo a distancia, como deja patente el hecho de que el 43% de los canadienses afirmen que buscarían un nuevo empleo si se les obligara a trabajar presencialmente en la oficina durante toda la semana laboral. Desde el punto de vista sindical, es muy importante realizar un seguimiento de estos avances.

El último ponente fue Gerfried Stocker, director artístico y ejecutivo de Ars Electronica (Austria), quien inició su presentación con una afirmación provocadora: «Si creéis que la educación resulta cara, probad la ignorancia». En su intervención distinguió entre los conceptos de DIGITización, DIGITALización y transformación DIGITAL. Cada uno de ellos requiere un tipo diferente de capacitación. Stocker señaló que «La pandemia ha traído consigo una nueva “ola de inmigración” dentro del "espacio digital"». El mundo digital es cada vez más accesible para un mayor número de personas, de todos los niveles educativos y con diferentes intereses. La inteligencia artificial (IA) está en auge. Y, sin embargo, ¿a quién pertenecen estos datos y qué sucede si la IA ocasiona algún daño? Interesantes preguntas para las que aún no hay respuesta.

En sentido, ¿podemos decir que la pandemia ha abierto un camino de no retorno hacia la digitalización, el trabajo a distancia y los cambios en el centro de trabajo? Los avances ya se habían producido mucho antes, pero la pandemia no ha hecho más que acelerar los cambios. En un corto período de tiempo, todo ha cambiado. Mucho más rápido de lo que estábamos acostumbrados. Y estos cambios representan un verdadero reto para los empleadores, los empleados y los sindicatos. Todas las partes implicadas están intentando averiguar cómo afrontar estos nuevos retos de la mejor manera. Se trata de un proceso en marcha, pero cuando uno observa los avances técnicos acontecidos durante los últimos treinta años la complejidad del desafío reto no deja lugar a dudas. Una vez más, la comunicación (y la confianza) son la clave. Y en esto, los sindicatos hemos demostrado siempre nuestra valía.

WOW Boletín - 21 - Nr.2-2022