Semblanzas
José Ramón Rangel Parra
Entre sus más íntimos amigos y compañeros en el mundo sindical le llamaban “manito”, expresión recortada y cariñosa de hermanito, que era el trato que él utilizaba a diario en su saludo habitual a quienes le rodeaban. El apelativo se hizo famoso en América Latina y le correspondía a José Ramón Rangel Parra, un dirigente sindical venezolano, totalmente identificado con los valores y los principios del humanismo integral.
Para “manito” no había diferencias de ninguna naturaleza, ni por el color de la piel, ni por la situación económica y mucho menos por aquellos problemas de orden social. Todos se le acercaban por su espíritu jovial y realmente fraterno. “Manito, cómo estas… y en tu casa, la familia” era una de sus tantas formas de confraternizar en sus constantes recorridos por América Central y América del Sur. Era un constante predicador laico, quien no dejaba de cuestionar el mal uso del significado de la política. “La política tiene como fin hacer justicia y no, como hacen muchos, una forma de alcanzar poder para utilizarlo en su propio beneficio”. Y así iba fomentando una idea más clara sobre la política y la justicia y la organización de sindicatos en el campo agrario.
Esa obra tuvo sus frutos. En México se creó la Federación Campesina Latinoamericana. Previamente había transitado por República Dominicana, Honduras, Costa Rica y Panamá. También Brasil, Paraguay, Perú, Chile, etc. y entregado su cuota de esfuerzo sindical ante una juventud que también compartía los ideales del humanismo integral, entre quienes estaban Henry Molina, José Gómez Cerda y muchos más. Lo mismo sucedió en Panamá, país donde hizo una amistad ejemplar con José Isabel Lasso Betancur, a quien se le conocía más como Jorge Lasso, este último era un dirigente extraordinario y por sus propios méritos, asumió el relevo de la Federación Latinoamericana Campesina luego del fallecimiento de “Manito”.
La presencia de José Ramón Rangel Parra era visible en la Universidad de Trabajadores de América Latina (UTAL), en donde compartía experiencias con dirigentes de otras ramas del trabajo industrial, comercial y de servicios. Su actitud amable, su sencillez cautivaba a quienes buscaban el diálogo sobre la realidad de los trabajadores en América Latina y sus alternativas para superar el gran problema de la crisis social y, también, para compartir la palabra honda y sincera de Emilio Máspero, el principal líder de la Central Latinoamericana de Trabajadores de América Latina. Rangel Parra, singularmente, no era afecto a homenajes ni a ningún tipo de reconocimiento. Su formación espiritual veía el mundo de otra manera. Él consideraba que el mundo podía ser diferente, sin egoísmos, sin vanidades, sin rencores. Él creía y practicaba la solidaridad y era capaz de entregar su propia vida con tal de brindar ayuda a quien más lo necesitaba. De ahí que en Europa, concretamente en Holanda y bajo el aliento de los trabajadores latinoamericanos cristianos, se hizo realidad la Fundación Rangel Parra. Esta institución es digna de todo ejemplo. Sus recursos provienen de la entrega generosa de los salarios que aportan los mismos trabajadores europeos. Su obra bienhechora es evidentemente el mejor homenaje a José Ramón Rangel Parra, el recordado “Manito”.
Opinión

“Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV.
Semblanzas
José Ramón Rangel Parra
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Historia

La celebración del 1 de Mayo como Día del Trabajo se remonta a los movimientos obreros activos en la ciudad de Chicago (Estados Unidos) a finales del siglo XIX.